El trauma es una experiencia emocionalmente abrumadora que deja una profunda huella en la mente y el cuerpo de una persona. Puede surgir de eventos como accidentes graves, abuso físico o emocional, violencia, desastres naturales o situaciones de guerra. El impacto del trauma puede manifestarse de diversas formas, como trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad, depresión, dificultades para regular emociones, pesadillas o recuerdos intrusivos.
El trauma afecta la percepción del mundo y de uno mismo, generando sentimientos de indefensión, desconfianza y miedo. Puede interferir en las relaciones interpersonales, el rendimiento laboral y la calidad de vida en general. La recuperación del trauma suele requerir apoyo profesional, terapia y tiempo para procesar y sanar las heridas emocionales. Es importante comprender que el trauma es una experiencia compleja y única para cada individuo, y que es necesario llevar a cabo un tratamiento adecuado y específico para sanarlo, con abordajes terapéuticos de 3ª generación como EMDR o IFS.

