Una alimentación saludable – juntamente con actividad física adecuada – implica muchos beneficios, el principal: disfrutar de una buena salud física y mental. Además, es una fuente de placer, una excelente manera de relacionarse y nos ayuda a evitar múltiples enfermedades.
Cada uno tiene sus necesidades y sus dificultades: no hay dos personas iguales, por tanto, tampoco habrá dos pautas iguales. No se trata de dietas que duren dos días y que no logremos seguir a la larga, sino de adquirir unos hábitos saludables que duren toda la vida.
Con los adultos introduciremos los cambios de todas aquellas conductas que queremos cambiar de forma progresiva.
Por lo que refiere a los niños, el objetivo consiste en que aprendan unos hábitos saludables desde bien pequeños.
Adultos :
Niños :
Si se trata a tiempo evitaremos…
Las diferentes enfermedades que aparecen si no seguimos una alimentación saludable, que son cada vez más frecuentes, tanto en adultos como en niños: obesidad, diabetis mellitus, dislipemias, hipertensión arterial, estreñimiento, trastornos de la conducta alimentaria…